“Pero, ¿Por qué México?” murmuró Robert.

 

“¿Uh? ¿Dijiste algo, Robert?”

 

Un dojo de la rama del estilo Kyokugen se había establecido en México y se encontraban instruyendo a sus discípulos mexicanos, y así como Takuma continuaba entrenando a Ryo y Robert, no pasó desapercibido ante él los murmúros de Robert.

 

“¿Ah? Uh,  bueno, eso no importa”

 

La sombría cara de Ryo solo vino junto con la de nerviosismo de Robert. Robert no pudo ignorar su expresión, y habla con Ryo para calmar la tensión que se sentía.

 

“¿Qué ocurre con ese ánimo, Ryo? Esa expresión tan deprimente solo arruina a los hombres apuestos”

 

“¡Aunque no lo creas, no tiene que ver con esto! Esa Yuri...”

 

“¿Qué? ¿Qué pasa con Yuri-chan?”

 

“¡Esa Yuri me dijo que va a participar en el próximo King of Fighters!”

 

“¿Qué? Eso no es bueno. ¡Eso es muy peligroso, Ryo!”

 

Entonces Takuma se dirigió a ellos dos.

 

“Si están hablando de la invitación, me llegó una también. Miren, de hecho son 3.  En hora buena, es la oportunidad perfecta para ver el resultado de nuestro entrenamiento en México.  ¡Necesitamos un grupo de 3 personas, así que podremos entrar juntos!”

 

“¡Ah, eso es genial, Robert!”

 

Al parecer Ryo olvidó ‘el plan para participar rápido y de mantener a Yuri fuera de todo’.

 

“Tienes razón, aunque no puedo evitar sentirme mal por no participar junto a Yuri-chan”.

 

“¡Muy bien! ¡Mostraremos lo terrible que puede ser el equipo del estilo Kyokugen karate!”

 

El terrible espíritu del padre e hijo Sakazaki deja abrumado a Robert.